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Barco Pirata está concebida en un único movimiento con cuatro partes contrastantes:
- REMEROS: Con el tenue sonido de los timbales y la caja tenor nos adentramos en las profundidades de la embarcación pirata, donde se encuentran remando sin descanso los esclavos remeros. Es un movimiento sinuoso donde los músicos, además de interpretar la partitura con su instrumento, también tienen que interpretar algunos efectos de percusión corporal como frotar sus manos y dar patadas en el suelo, así como dar gritos. Lo cual convierte a esta introducción en una parte muy estimulante para los jóvenes interpretes.
- EN CUBIERTA: En esta parte de la obra la música nos traslada a la cubierta del barco donde se encuentran los piratas cantando, bailando y riendo totalmente despreocupados. Esta sección destaca por su ritmo cómico y su ligereza.
- TIERRA A LA VISTA!: La diversión de los piratas se ve interrumpida por los gritos del vigía que desde su Cofa anuncia al capitán que ha divisado tierra, lo que da paso a un breve fragmento melódico con carácter reconfortante cuyo objetivo es tratar de plasmar la sensación de divisar tierra después de una larga travesía.
- CELEBRACIÓN: Tras su llegada a la isla los piratas organizan una gran celebración que durará toda la noche. Una melodía de carácter céltico nos introduce en la fiesta, desembocando en un “forte” final de gran pomposidad.
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